Silencio.
El aire todavía huele a quemado.
Como si la guerra acabara de pasar por allí.
Como si acabara de terminar, en ese instante.
Es el trayecto entre dos o pueblos, a través del desierto.
Tierra estéril ardiente.
Sol y viento que abrasa.
Un hombre que trata de ocultar que está moribundo.
Su mujer.
Su hermano.
Su mujer y su hermano se han acariciado alguna vez.
Más de una vez.
Y demasiadas veces mucho más que una caricia.
Al hombre moribundo sí le importa.
El hombre moribundo no ha podido evitarlo.
Silencio.
Héctor Levy-Daniel
imagino un actor poeta en las tablas llamando mi atencion a ver y a escuchar y mientras el se concentra en una multitud que no ve-cada uno se concentra en las palabras que salen de el.
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