"Todo poeta se ha angustiado, maravillado y ha gozado. La admiración por un gran pasaje de poesía no se dirige nunca a la pasmosa habilidad del poeta, sino a la novedad del descubrimiento que contiene. Inclusive cuando sentimos un latido de alegría al encontrar un adjetivo acoplado con felicidad a un sustantivo (sin que uno y otro se hayan visto antes juntos), no nos asombramos por la elegancia de la combinación, por la presteza del ingenio, por la habilidad técnica del poeta que eso logra, sino nos maravillamos por la nueva realidad que ha sido iluminada".
Cesare Pavese. El oficio de vivir.