24 de agosto de 2011

La imagen de hoy: "Padre", de Duchamp.


"Epigrama contra Stalin", de Osip Mandelstam


Vivimos sin sentir el país a nuestros pies,
nuestras palabras no se escuchan a diez pasos.
La más breve de las pláticas
gravita, quejosa, al montañés del Kremlin.
Sus dedos gruesos como gusanos, grasientos,
y sus palabras como pesados martillos, certeras.
Sus bigotes de cucaracha parecen reír
y relumbran las cañas de sus botas.

Entre una chusma de caciques de cuello extrafino
él juega con los favores de estas cuasipersonas.
Uno silba, otro maúlla, aquel gime, el otro llora:
Sólo él campea tonante y los tutea.
Como herraduras forja un decreto tras otro:
A uno al bajo vientre, al otro en la frente, al tercero en
la ceja, al cuarto en el ojo.
Toda ejecución es para él un festejo,
que alegra su amplio pecho de oseta.

22 de agosto de 2011

La imagen de hoy: "La barca de Dante", de Delacroix


El dinero y las relaciones entre las personas. Por Héctor Levy-Daniel


Aunque pocas veces nos demos cuenta, cada día que comienza significa para nosotros una cantidad de acciones, gestos, decisiones, actitudes, que tienen que ver con el dinero. Necesitamos dinero para comprar alimentos, trasladarnos, divertirnos, curarnos de algún malestar e, incluso, morirnos. Al término de cada día cualquiera de nosotros por una razón u otra ha estado en contacto varias veces, mental o concretamente, con el dinero. Sólo unas pocas personas cuentan con el privilegio de poseer el dinero suficiente como para no tener que pensar en él. Pero la gran mayoría de los seres humanos tiene en el dinero una fuente permanente de preocupaciones: es algo con lo que no se sabe si uno va a contar en el futuro. Es por esta razón que la idea de futuro y la de dinero están mutuamente implicadas. Es difícil concebir un futuro en nuestra existencia sin una fuente de ingresos que nos permitirá afrontarlo, sea ésta cual fuere. Y al mismo tiempo todos nuestros esfuerzos por conseguir dinero no tienen otro fin que asegurarnos que transitaremos ese tiempo futuro, cercano o lejano, del mejor modo posible. Ahora bien, el hecho de que el futuro y el dinero estén tan mutuamente involucrados hace que las relaciones que establecemos con otros seres humanos también estén fuertemente condicionadas por el dinero. Para conseguirlo, el vínculo con el otro, con los otros, es algo que debemos considerar. De este modo, la relación particular que cada uno de nosotros establece con el dinero se traduce de manera forzosa en nuestra relación con los demás: la forma en que cada uno tiene de vincularse con el dinero inevitablemente va a significar al mismo tiempo la forma que tiene de vincularse con las personas que lo rodean. Incluso podría establecerse un criterio según el cual se podría definir la personalidad de cada ser humano según las relaciones que establece con el dinero y por lo tanto con las demás personas. Por ejemplo, el avaro generará un tipo de relación con los otros que será impensable en una persona generosa. Y dado que la idea de dinero es algo que nos acompaña consciente o inconscientemente desde el inicio de cada día, dado que nuestra preocupación por el dinero se convierte en el centro de todos nuestros intereses vitales, sin que siquiera lo sospechemos el dinero pasa a gobernar de manera invisible los vínculos entre los seres humanos. Relaciones de amistad, de pareja, de familia, de parentesco, de trabajo: todas están condicionadas por el dinero, por la influencia que éste posee o por los límites que conscientemente se logra imponer a esa influencia. El dinero lo coloniza absolutamente todo, como si fuera una atmósfera en la que estamos sumergidos de modo natural. Por eso se hace difícil advertir hasta qué punto se constituye en el medio a través del cual se establecen las relaciones humanas, hasta que punto se consolida como una barrera ante la que fracasan esas mismas relaciones. Ahora bien, cuando logramos tomar distancia del fenómeno, cuando logramos examinar de qué manera tales relaciones están atravesadas por el dinero, entonces podemos percibirlas de un modo nuevo, original.

Héctor Levy-Daniel

Este texto forma parte del cuerpo de la nota publicada por el autor el sábado 3 de julio de 2010 en la sección Espectáculos del Diario Perfil, a propósito de la puesta en escena de su espectáculo "Dinero. Heptalogía", estrenado en mayo de 2010 en el teatro Patio de Actores.

18 de agosto de 2011

La imagen de hoy: "La cena en Emaús", de Rubens


Crear. Por Pina Bausch.


“Crear una pieza es algo excepcional. Primero me pongo a buscar, a tratar de encontrar el material, o mejor dicho, muchos materiales. Pero no es todavía la pieza. Luego, comenzamos a desarrollar y entonces encuentro pequeñas cosas con las que empiezo a construir, como un pintor que se pone a pintar sobre la única hoja que tiene a su disposición. Esto requiere una gran prudencia y es necesario concentrarse, estar muy atento a lo que va apareciendo. Nada es totalmente seguro de antemano, comienzo sin saber adónde todo eso nos va a conducir. Lo que verdaderamente está allí son los bailarines. En ese momento es necesario tener confianza, aunque sea difícil. No se siente únicamente temor, sino también la esperanza de encontrar algo verdaderamente hermoso. Sentimientos de todo tipo se apoderan de uno”.

Cita extraída de “Pina Bausch o el arte de enderezar un pez rojo”, de Norbert Servos, 2001.