5 de julio de 2009

CUADERNO INFANCIA 39


Se ha anunciado en el barrio una pelea entre mi hermano Eduardo, que en ese momento debía andar por los doce años, y uno de los mellizos Huequi, cuyos nombres son, aunque no se pueda creer, José Ignacio e Ignacio José. Los dos son absolutamente idénticos: altos, flacos, cabeza grande en forma de lámpara, cara aplanada, ojos de color verde con párpados caídos, cejas gruesas caídas que les dan un aire de perro bueno. No tengo la menor idea de cuál era el Huequi con el que Eduardo tiene problemas. Lo único que sé es que no me separo de él por miedo a perderme la pelea. Luego de una hora Eduardo está frente a frente con Huequi en la esquina de Emilio Lamarca y Morón, rodeado por una enorme cantidad de pibes que esperan que pase algo. Como de siempre que se trata de mis hermanos, yo miro todo desde abajo. No puedo contener mi emoción, pero sin embargo no sucede demasiado. Huequi y Eduardo chocan sus cuerpos, se dan algún empujón, pero no llegan a pelearse. Toda la expectativa ha sido inútil y vuelvo a mi casa decepcionado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Uno de los mellizos se caso con la mas fea del barrio que parece un mono con cara de malo que fuma como una chimenea y el otro quedo solteron

Anónimo dijo...

si es la gerenta de la casa y mala onda no saben vivir y son chusmas