5 de noviembre de 2009
Un poema de lllya Ehrenburg
Una casa entre las casas, como cualquier casa:
Aquellos mismos menesteres, la sopa y el aburrimiento,
Y en la soga se seca la ropa.
Y un perro ciego todo el día se rasca.
Pero levántate y verás que el mundo es otro,
Liberado de miles de esos aburridos detalles.
El camino parece un gran río,
Y un barco la infeliz casucha,
¡Oh, si pudiera sobrevivir hasta ese día!
Y desde la altura entre el silencio y la nieve,
Atisbar el polvo rosado del camino,
Y el humo azul del último caserío.
1939
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